lunes, 12 de diciembre de 2005

Iniciando la caminata...


Muy temprano estábamos todas sentadas en la acera frente a la posada, esperábamos al autobús “Lechero”, llegó puntual a las 5.48 a.m., saltando entre pilas de quesos y cántaros grandes con leche recién ordeñada, con un olor muy peculiar en el ambiente, logramos sentarnos en uno de los pocos asientos (el espacio mayor está destinado a la carga). Respetuoso, amable, servicial y risueño el chofer del bus cada tanto lo detenía , para subir pasajeros o bajar leche. Variopinto los pasajeros. Uno llevaba en sus brazos un gallo de pelea, otra una cesta con frutos, las señoras todas con un sombrero pequeño de fieltro en la cabeza y un manto a los hombros, cruzado en el pecho, recordando a las señoras de Bolivia...Subió un grupo de muchachos que también ascenderían la montaña pero por otra ruta (nos acompañarían un trecho cuando camináramos)...Lentamente el bus ascendía la ladera por una carretera angosta y polvorienta. Con visión de paisajes preciosos tocados por una orilla de sol…Llegamos al "Alto de la Cueva" , nos esperaba un arriero y dos caballos fuertes, hermosos y mansos y también nos esperan soldados destacados en la zona. Corteses nos interpelaron y solicitaron nuestros documentos de identidad, tomando y escribiendo nuestros datos, cediéndonos luego el paso con sus buenos deseos…Tienen mucho tiempo por allí ( lo supe hablando yo con algunos de ellos, casi hasta 7 meses sin ver a la familia). Este procedimiento se repetiría una y otra vez por el camino, la zona está militarizada completamente. A veces veíamos su campamento, otras no, pero nos sabíamos observadas. Con nosotras siempre fueron muy amables, respetuosos y solícitos, Cordializamos con ellos. Ayudaron al arriero a montar nuestras cargas en los caballos, nos tomamos fotografías y les obsequiamos con golosinas que en mucho tiempo no han podido saborear. Dejamos a los soldados y comenzamos ahora la caminata. Edgar Arciniegas (el arriero) y sus caballos pronto nos dejaron atrás...Me invitó a subir en uno de los animales y acepté gustosa para facilitarme las tres primeras subidas, pero casi de inmediato me arrepentí, la falta de costumbre y el montar “a pelo” resbalándome continuamente, me hicieron bajar. Sin embargo como el camino ahora era de bajada me fue muy fácil caminar…Sola (sabiendo al arriero adelante y a mis amigas atrás) pronto llegué a un paraje llamado “Hotelito”, es un área escondida entre piedras, hierba corta y arbustos no muy altos, con un manantial escondido de donde sale un pequeño y frío riachuelo . Resguardado del viento es un lugar idóneo para acampar. Estamos en la zona llamada Lagunillas, si se sigue el camino hacia la derecha está la Laguna Pintada, otro sitio muy bello para camping, pero abierto al viento. Junto a Edgar y los caballos esperé un breve tiempo hasta que llegaron mis compañeras. Llegaron y Edgard se despidió con el compromiso de ir a buscarnos a los dos días en el mismo sitio. Nosotras armamos nuestras carpas, curioseamos los alrededores (hay avisos de señalización hacia : Pico Pan de Azúcar, otro El Púlpito -5-007 metros y Recomendaciones para el usuario), cenamos y nos dispusimos a dormir apenas obscureció, cansadas de tantas emociones, además al día siguiente subiríamos al Pico Pan de Azúcar muy temprano. Una esplendorosa luna llena nos iluminó, un frío tolerable. Pudimos descansar muy bien.

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