miércoles, 14 de diciembre de 2005

Kanwara...

Cumpliendo su promesa, Edgar se presentó a las 9 de la mañana. Recogimos nuestros “peroles” montándolos en los caballos. Grisel también pidió un caballo para bajar ella. Desandamos el camino y temprano llegamos de nuevo al “Alto de la Cueva”. Allí nos despedimos de Edgar y de los soldados que tan amable nos trataron. Acá también nos recogió el Sr Antonio Estepa en su jeep Nissan, y nos trasladó por entre tantas versiones de verdes en diferentes paisajes, robustas vacas peludas pastaban imperturbables junto a gordos corderos y nerviosos caballos bebiendo agua en cristalinos arroyos, una escena bucólica típica de los cuentos de Andersen, con un viento frío que nos sonrojaba la cara, hasta el sitio denominado Las Cabañas de Kanwara.
Estas cabañas están ubicadas en un Estadero: “El Cordoncillo” a cinco minutos del poblado Panqueba. Tipo chalet suizo son apenas cuatro (una de ella se quemó hace tiempo y no ha sido restaurada) y la casa grande que funge de restaurant y alojamiento administrativo. Confortables, con 2 pisos y ático, estar, cocina, baño con agua caliente y chimenea en la sala. Es un buen sitio de hospedaje. Camas cómodas, todo el confort que uno agradece después de una larga abstinencia de comodidades. La comida es exquisita. Y los precios solidarios. Situadas en una gran área de colinas, donde corretean a sus anchas los corderos. El aire brillante y transparente. Una belleza natural que invita a que la caminen. Desde cualquier ángulo que una mire distingue el glaciar del Rita Cuba Blanco, el Campanillas y aún el Pan de Azúcar.Fuimos benditas con los días despejados y claros, de sol fuerte y caliente. Nos deleitamos observando la cresta máxima de los Andes Orientales Colombianos.
Esa noche tuvimos una rica cena, con un hirviente tazón de sopa, que en el intervalo de llevar la cuchara del plato a la boca, el líquido se enfriaba. Luego instaladas en nuestras mullidas y calientes camas, dándonos el lujo de tener su habitación cada una y poder “roncar” a nuestras anchas, arrebujadas en las cobijas gruesas de lana, dormimos el sueño “de las justas”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Marta, me alegra mucho el que te hayan gustado nuestros paisajes, pero quisiera hacer una peque�a correcci�n, las caba�as Kanwara no estan cerca del cordoncillo, quedan a 40 min del municipio de G�ican a 3980 msnm, y la que estaba quemada ya fue reconstruida, que sirva la ocacion para hacerte la invitaci�n para que regreses y nos visites, sera un gusto tenerte una vez mas en nuetro hermoso pa�s.

CATALINA BLANCO
KABA�AS KANWARA.

Marta dijo...

Hola Catalina, muchas gracias por las correcciones...y muchas más por las atenciones que nos dieron cuando tuvimos el placer de estar en las Cabañas Kanwara. En efecto, Colombia es un hermoso país, espero volver para disfrutar nuevamente de sus hermosos paisajes y de la hospitalidad de su gente.
Muchos cariños,
Marta.