Luego de una ducha caliente, desayunamos copiosamente las delicias que nuestra Chef preparó...Llegó el Jefe de los soldados, quería saber de nuestra salud, conversamos un rato, desayunó con nosotras y junto con dos subalternos nos ayudaron a guardar el equipaje que esta vez fue trasladado hasta el jeep del dueño de las Cabañas, señor Hernando, quien junto con sus simpática esposa e hija nos llevaron hasta el pueblo de Güicán. Precioso y limpio, como de juguete, para despedirnos luego en las instalaciones de Aguas Termales…
Mucho tiempo disfrutamos de la piscina de esta agua caliente, no mineral, relajando nuestros adoloridos músculos y desentumiéndonos del frío de tantos días...Con cierto pesar al fin salimos del agua pues debíamos tomar el último autobús que nos llevará al Cocuy. Una vez aquí comimos en un restaurant muy nombrado en la zona y de inmediato subimos al transporte con rumbo a Capitanejo, para hacer el mismo trayecto de la venida…
Mucho tiempo disfrutamos de la piscina de esta agua caliente, no mineral, relajando nuestros adoloridos músculos y desentumiéndonos del frío de tantos días...Con cierto pesar al fin salimos del agua pues debíamos tomar el último autobús que nos llevará al Cocuy. Una vez aquí comimos en un restaurant muy nombrado en la zona y de inmediato subimos al transporte con rumbo a Capitanejo, para hacer el mismo trayecto de la venida…
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